La participación de la comunidad es un elemento crucial en el cambio de paradigma desde el enfoque
biomédico al concepto holístico de la salud, que tiene en cuenta los determinantes
sociales donde se integran los individuos y colectividades.
Las poblaciones deben corresponsabilizarse con los
profesionales en la prevención de la enfermedad y en la promoción, protección y
mejora de la salud en todas sus dimensiones. A pesar del papel y visibilidad
que se ha ido consiguiendo en políticas institucionales desde la conferencia de
Alma Ata o con la Comisión de Determinantes de la Salud
de la OMS entre otros hitos, sin
embargo, aún queda lejos de estar correctamente valorada e integrada en los
servicios de salud, comunidades y en el enfoque de salud en todas las
políticas.
Y es que las
aportaciones de una comunidad son esenciales para identificar sus problemas y necesidades, para conocer sus recursos,
debilidades y fortalezas, y también para conseguir programas e intervenciones adaptadas a las características socioeconómicas,
políticas y ambientales de sus individuos consiguiendo el mayor impacto posible
en cuanto a beneficios para su salud. Es además necesario que se les dote de herramientas
de participación ya que muchas no participan por desconocimiento y otras, que
sí tienen la voluntad de intervenir, difícilmente encuentran los canales
adecuados para hacerlo de una forma activa y organizada, y no en pro de los
intereses de otros grupos de poder.
En nuestro país, no se
han desarrollado demasiadas experiencias institucionales que “desde arriba” impulsen
la participación comunitaria en salud más allá de los Consejos de Salud a nivel
local. A nivel nacional hay que destacar desde el año 2014 la Estrategia de Promoción de la Salud y
prevención en el SNS que impulsa enormemente
el abordaje de la salud desde todas las políticas. Se realizó una consulta pública sobre la Estrategia en
la que podía participar la ciudadanía, asociaciones e instituciones. Además,
tiene una relevancia especial el
trabajo desde el ámbito local, ya que al ser el más cercano a las
personas (en él viven, trabajan, estudian, acceden a servicios, disfrutan del
ocio, etc.) es un entorno esencial para mejorar la salud y el bienestar de la población.
Este trabajo desde el ámbito local se realiza potenciando la visibilidad y el
acceso a los recursos comunitarios y
favoreciendo el trabajo intersectorial en los municipios.
Pero entre las iniciativas
más interesante de participación comunitaria “desde abajo” se puede destacar el Proyecto
de Intervención Comunitaria Intercultural impulsado por la Obra Social "la Caixa", por su filosofía de
empoderamiento de las comunidades, al hacerlas partícipes de sus procesos de
cambio.
Proyecto
de Intervención Comunitaria Intercultural (ICI)
Quizá la clave de este
proyecto sea el modelo de mediación que
propone, ya que, cuando consigue superar todas las dificultades inherentes a la
mediación comunitaria, fortalece el
tejido social, mejora la convivencia y el diálogo intercultural, mitigando las
desigualdades.
El trabajo en el campo
social se realiza partiendo de los
recursos existentes en el territorio y, al convertir a la comunidad en
protagonista de su propio desarrollo, se enriquece el proyecto inicial creando
un nuevo proyecto innovador. Es un modelo de desarrollo comunitario donde la salud, junto con la educación y la participación ciudadana,
son los principales ejes en los que
se puede trabajar desde múltiples abordajes e intervenciones. Se trata de
identificar e impulsar procesos que ayuden al desarrollo local, mejorando las
condiciones de vida de toda la población y capacitándola para abordar una nueva
realidad de convivencia.
La actuación en estos
ámbitos se materializa en el trabajo con los sectores de la población donde se
han identificado las principales necesidades de intervención: infancia,
juventud, familias, pero también mujer, mayores u otros colectivos vulnerables que se consideren prioritarios en las
actuaciones.
En estos proyectos se
colabora activamente con la Administración Local y Estatal y con las entidades
sociales locales, ciudadanía y todos los profesionales implicados en el proceso
de cambio, mediante equipos
multidisciplinares que puedan impulsar procesos abiertos a la participación ciudadana e
institucional.
Hasta el momento este proyecto se ha desarrollado en 39 territorios de intervención a lo
largo de la geografía española, incluyendo más de medio millón de
participantes.
Ejemplos
de intervenciones en salud en la Comunidad de Madrid en el marco de los Proyectos
ICI
Actualmente se
encuentran varios proyectos ICI activos, que pueden aportar información valiosa
de procesos de participación comunitaria en salud y que pueden ser
extrapolables a otros ámbitos de actuación. Los proyectos del distrito de Ciudad
Lineal, en el barrio Universidad de la zona Centro, el del barrio de San
Cristóbal de los Ángeles en Villaverde, Cañada Real o los de Getafe y Leganés tienen un importante recorrido en el tiempo y han desarrollado
iniciativas que, siempre partiendo de los recursos que ya existen en la
comunidad, pretenden mediante el conocimiento compartido, mejorar el acceso, la participación y la
coordinación de las instituciones para fortalecer de este modo a toda la
comunidad.
Entre algunas
interesantes iniciativas de este modelo se encuentran:
- diagnóstico comunitario inicial mediante técnicas de investigación cualitativa que recogen el sentir de la gente.
- elaboración de guías de recursos de salud locales y su difusión por todos los medios posibles
- fomento del centro de salud como promotor de la salud y no solo con finalidad curativa en jornadas de puertas abiertas al barrio
- acciones de promoción y educación para la salud en la calle y coordinadas de forma conjunta por las diversas instituciones participantes
- encuentros comunitarios donde toda la población tiene voz para opinar acerca del proceso
- desarrollo de huertos urbanos
Se trata pues de una experiencia que en esencia impulsa a la comunidad para que aborde los determinantes sociales de la salud y aúne esfuerzos y capacidades, para finalmente lograr así mejorar sus condiciones de vida, su entorno social y su propia salud.
Carmen Olmedo Lucerón. Médico salubrista.
- Objetivo: generar un modelo de intervención social que mejore las condiciones de vida y aumente la cohesión social.
- Dirigido a administraciones locales, entidades sociales, profesionales y ciudadanía.
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