martes, 27 de julio de 2021

Olas de Calor y efectos en la salud de la población


Este año, como sucede en las últimas décadas por el cambio climático, padecemos Olas de Calor que han rebasado los 41ºC y que ponen en riesgo a las personas y en tensión a los sistemas sanitarios. 
En estos periodos se debe tener una especial vigilancia en la prevención y cuidados de la población general, pero especialmente en lo que se refiere a la población más vulnerable como son las personas mayores, los bebés y niños pequeños y los enfermos crónicos.

 ¿Por qué un Plan de Vigilancia de los Efectos de las Olas de Calor sobre la Salud, o un Plan del Calor?

En 2003 una intensa ola de calor azotó a Europa occidental y eso supuso un antes y un después en la manera en que la población entendió el potencial impacto para la salud del calor extremo. Se calcula que solo en Francia se produjo un exceso de mortalidad de en torno a 15.000 personas. Algunos estudios, como el de Robine JM y col. (2008), llegaron a estimar en 70.000 defunciones el exceso de mortalidad en Europa. Para España, según un estudio publicado en 2018 en la revista “Environment Internacional” por investigadores del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII). Julio Díaz y Cristina Linares, junto a otros especialistas, concluyeron que la mortalidad por olas de calor en España ha descendido drásticamente en la última década pasando de un 14% a un 1%.

Díaz y Linares explican que este descenso de la mortalidad asociada al calor no tiene una única causa, sino que puede explicarse por diferentes procesos, entre ellos destacan la aclimatación de la población al calor, la existencia de planes de prevención ante altas temperaturas, factores de carácter socioeconómico, mejoras en los servicios sanitarios y en las infraestructuras de los hogares como la instalación del aire acondicionado. “Son un conjunto de factores que en Estados Unidos han denominado la cultura del calor”, explican.

Otro estudio reciente (JA López-Bueno, 2021) analiza el impacto de las olas de calor en la mortalidad diaria en zonas urbanas y rurales de Madrid ha concluido que la población >64 años y que vive en el área metropolitana son factores de riesgo.

Entre las recomendaciones de los profesionales sanitarios para afrontar una ola de calor están:

  • mantenerse hidratado
  • evitar la exposición al sol especialmente en las horas de más calor
  • reducir e incluso eliminar la práctica de ejercicio al aire libre durante el día
  • optar por una alimentación rica en agua y sales minerales
  • tener especial precaución con las radiaciones solares

Los colectivos que más precaución deben tener son los niños y las personas mayores. El Ministerio de Sanidad, Consumo y Bienestar social activa cada año, entre junio y septiembre, el Plan Nacional de Actuaciones Preventivas de los Efectos de los Excesos de Temperaturas sobre la Salud.

Desde entonces (2003), la Consejería de Sanidad a través de la Dirección General de Salud Pública pone en marcha el Plan de Vigilancia de los Efectos de las Olas de Calor sobre la Salud de la Comunidad de Madrid con el objetivo de reducir al máximo las consecuencias de las altas temperaturas sobre la salud de la población, desde el 1 de junio al 15 de septiembre todos los años.

Los objetivos del Plan son:

  • informar sobre la temperatura esperada;
  • alertar sobre las olas de calor y sus 3 niveles (Nivel 0: Normalidad, Nivel 1: Precaución, Nivel 2: Alto riesgo);
  • aconsejar tomar medidas cuya finalidad van encaminadas a proteger la salud de la población y por consiguiente reducir al máximo las consecuencias de las altas temperaturas sobre la salud de la población.

El Plan va dirigido a toda la población, pero especialmente a la población más vulnerable como son las personas mayores, los bebés y niños pequeños y los enfermos crónicos.

¿En qué nos afecta el calor a las personas aparentemente “sanas”?

Los efectos directos del calor son debidos por una parte a la pérdida de sales y agua que se produce a través del sudor, y por otra, a la dilatación de los vasos periféricos circulatorios, que hace que exista menor disponibilidad de sangre en ciertos órganos.

Estos efectos se pueden dar en todas las personas y afectarían al organismo en tres grados que de menor a mayor gravedad serian:

  • El estrés por calor, definido como las molestias y tensión psicológica asociada a la exposición a elevadas temperaturas.
  • El agotamiento por calor, con síntomas que incluyen sed intensa, debilidad, mal estado general, ansiedad, vértigo, mareos, y dolor de cabeza.

¿Pero hay formas más drásticas y agudas? ¿Podemos entrar en riesgo?

Si, desde luego hay que tener en cuenta las insolaciones y los “golpes de calor”.

Cómo reconocer el “golpe de calor y qué hacer

Es una situación comprometida, donde la temperatura corporal se incrementa por encima de 40 °C, y hay una disfunción del sistema nervioso central con delirio, convulsiones o coma. Una persona que sufre un golpe de calor se encuentra en una situación grave, considerándose una urgencia que requiere ayuda inmediata, por lo que hay que avisar cuanto antes al 112 y/o asistencia socio sanitaria más cercana. Mientras, es conveniente mantener a la persona tumbada y refrescarla rápidamente, con toallas húmedas o abanicos.

¿Y en el caso de los efectos indirectos? 

En cuanto a los efectos indirectos, el calor más intenso facilita la descompensación de enfermedades crónicas (sobre todo las respiratorias y las cardiovasculares).


¿Y a qué población y a que grupos de pacientes afecta? 

Cualquier persona que no tome las medidas de prevención adecuadas es susceptible a sufrir los efectos negativos del calor en su organismo, pero existen una serie de grupos más vulnerables a estos efectos,  como pueden ser: 

  • las personas mayores (especialmente de más de 64 años) y más si viven solas, en pisos altos o con malas condiciones de viviendas
  • las personas con demencias o trastornos cognitivos
  • desigualdad socioeconómica,
  • personas que han sido dadas de alta hospitalaria recientemente
  • menores, especialmente de corta edad (menores de tres años, sobre todo los bebés);
  • las personas con alguna patología crónica (cardiovascular, respiratoria, renal, hipertiroidismo, obesidad mórbida o mental)
  • las personas alcohólicas o en situación de mendicidad y 
  • las personas deportistas o quienes trabajan al aire libre.

¿En caso de ola de calor algunos medicamentos pueden agravar el síndrome de agotamiento-deshidratación o de golpe de calor?

En efecto, principalmente los siguientes:

  • Medicamentos que provocan alteraciones en la hidratación y / o trastornos electrolíticos.
  • Medicamentos que pueden afectar la función renal.
  • Medicamentos cuyo perfil farmacocinético puede ser afectado por la deshidratación
  • Medicamentos que pueden alterar la termorregulación central o periférica.
En caso de sospecha de que esta medicación pueda no estar bien regulada, debemos asegurarnos en la consulta médica.

¿Cómo afectan las olas de calor en pandemia de Covid-19?

En el contexto de la pandemia de Covid-19, el estrés por calor se incrementará debido a las medidas de protección como las mascarillas y los profesionales sanitarios deben ser conscientes de los riesgos de calor adicionales que pueden añadir los equipos de protección personal y sobre todo algunas personas que trabajan en condiciones de calor.

Se da la circunstancia de que los colectivos más expuestos ante la ola de colar son además los más vulnerables frente al COVID-19, como las personas mayores, especialmente si viven solas o son dependientes, y las personas con enfermedades crónicas, por lo que este año tendremos que hacer un doble esfuerzo para lograr que puedan protegerse ante la subida de las temperaturas, reto a que se enfrentan las autoridades sanitarias y los profesionales de la salud ante cómo lograr un equilibrio entre prevenir la propagación de la infección y, al mismo tiempo, mantener a las personas a salvo de las condiciones de las altas temperaturas del verano, que se pueden dar a experimentar.

¿Cuál es el papel de los profesionales de la salud? ¿Qué atención especial puede aportar la Atención Primaria?                      

Los profesionales tienen un doble papel: informar con antelación y atender la consulta o la urgencia. La Atención Primaria es el lugar de detección y acción más importante en las olas de calor, al menos en los niveles:

  • En la atención especial a pacientes inmovilizados en el domicilio.
  • En la atención a la regulación de la medicación, (especial atención al paciente polimedicado)
  • En la atención a la persona mayor frágil, que se suele tener ya monitorizada.
  • En la atención a los grupos que nos hemos referido

¿Dónde nos podemos informar?

Los ciudadanos interesados pueden suscribirse a la recepción de mensajes SMS de las alertas en el teléfono móvil, enviando el texto ALTACALOR al 217035. 

También pueden disponer del servicio de información en el enlace Temperaturas Extremas y Salud que permite recibir por correo electrónico el boletín de información de Olas de Calor y mensajes SMS.

Además, toda esta información está disponible en el portal web oficial de la Comunidad de Madrid: Calor y salud.

 

Pinto Fontanillo, JA (Envejecimiento y Salud Pública) Petrova Shopova, T (Medicina Preventiva y Salud Pública)

  

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