Más
de 45.000 profesionales de la enfermería ejercen hoy en la Comunidad de Madrid
desde múltiples ámbitos y niveles asistenciales, cada uno de ellos con sus
diferentes percepciones e inquietudes, pero siempre orientados a la mejora
colectiva de la salud.
Un poco de Historia
Regresemos por un momento a los tiempos de Florence Nightingale, quien fuera una enfermera, escritora y estadística británica
considerada la precursora de la Enfermería profesional moderna y la creadora
del primer modelo conceptual de Enfermería, portadora de ese instinto humano de
proteger, curar y sanar con los pocos recursos necesarios que contaba en la
época.
Su contribución más
famosa iba a tener lugar durante
la Guerra de Crimea. Estaríamos hablando
de mediados del siglo XIX,
donde fallecieron hasta diez veces más soldados
de enfermedades transmisibles que
de las propias heridas en el campo de batalla.
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The lady with the lamp (Henrietta Rae) |
TheTimes describía
así su labor: “Sin exageración alguna es un «ángel guardián» en estos
hospitales, y mientras su grácil figura se desliza silenciosamente por los
corredores, la cara del desdichado se suaviza con gratitud a la vista de ella.
Cuando todos los oficiales médicos se han retirado ya y el silencio y la
oscuridad descienden sobre tantos postrados dolientes, puede observársela sola,
con una pequeña lámpara en su mano, efectuando sus solitarias rondas”.
Tras el fin de la
guerra, Florence Nightingale comenzó a ser conocida como «la dama de la lámpara»
(«the lady of the lamp»).
En
nuestros días, encontramos enfermeras que han contribuido a la ingente tarea de
la mejora de acciones para conservar la Salud y la vida, como Dorothea Orem, recogida
en su “Teoría
del Déficit de autocuidado”.
Igualmente
son de destacar las grandes aportaciones de Virginia
Henderson, con los modelos de las necesidades humanas para la vida y la
Salud a través de su teoría “Las
14 Necesidades Básicas del ser Humano” para mantener su vida y asegurar su
bienestar
Con
motivo del Día Internacional de la Enfermería, es de justicia reconocer
la dedicación por parte de las enfermeras/os, la cual es una fuente fundamental
de progreso para la recuperación y mejora de los pacientes en todos los
sistemas de atención de salud en el mundo.
Qué
decir de las profesionales de Enfermería que salen de España a países en vía
de desarrollo, ya sea en Latinoamérica o en África, para prestar servicios con
sus conocimientos, experiencia, dedicación y entereza, en esas áreas rurales
donde no se cuenta con los recursos más elementales para ejercer la profesión.
Servicios que acompañan del mayor grado de humanización y constancia, aportando
soluciones creativas en la vida diaria de estos pacientes
¿Para
dónde vamos?, “pa’ viejo dijo el otro”
La
población mayor de la Comunidad de Madrid, según datos disponibles del
Instituto Nacional de Estadística a 1 de enero de 2016, alcanzaba los 6.436.996
habitantes, destacando las personas mayores de 65 años, que se sitúan en un 17%
de la población total, mientras que las que rebasan los 80 años superan el 5%
de dicha población.
Aquí
estamos ese excelente grupo de profesionales
del campo de la Enfermería para afrontar ese reto que supone el incremento
de personas mayores en nuestra Comunidad y en toda España. Este es uno de los
muchos ejemplos donde tiene relevancia la intervención del “cuidado de calidad” que se le supone a la Enfermería.
Igualmente
relevante es la profesionalización en los campos de Hospitales, Residencias de
la Tercera Edad, Centros de día, etc. y en ese inmenso espacio que engloba la
Atención Primaria.
Pero hay que recordar también la gran carga laboral con la
que se encuentra este grupo de profesionales en el campo asistencial, por esa
falta del recurso humano en muchos servicios, llevando esto a una
multiplicación de las actividades del día a día en ciertas unidades, a lo que
se suma la precariedad laboral reflejada en la gran cantidad de contratos
temporales.
Sin
embargo el campo de la enfermería aún puede crecer. Se trata de un grupo de
profesionales diverso, pero con muchas características homogéneas, unos más
motivados que otros en esa búsqueda de la excelencia, otros inmersos en el
incremento de su formación a través de los postgrados, de la especialidad, del máster
y hasta del propio doctorado.
Esta
diversidad en la atención de enfermería la entenderíamos como un valor añadido
que puede enriquecer a lo que ya de por sí contribuimos habitualmente. En el
día a día se trabaja hoy en pro de esa diversidad poniendo en marcha
iniciativas innovadoras de ayuda mutua e integración en un conjunto para llegar
al mejor y mayor reto que es la salud de las personas.
Estaría
bien potenciar la motivación, para
continuar ampliando y construyendo positivamente a esa diversidad de
conocimiento, fomentando la investigación
en este apasionante campo que es la enfermería.
Por todo ello es una exigencia
que se nos escuche para que participemos
activamente en la planificación de las políticas de Enfermería para
enfermeras/os donde seamos nosotras las que colaboremos en los planes de las
administraciones con todo lo que respecta al de nuestra maravillosa profesión.
Y
por último, no me gustaría olvidar un área de desarrollo importante para la Enfermería: la Salud Pública y, más concretamente, la actividad en Promoción y Prevención,
ahí encontramos un número de profesionales que aportan con su máxima ilusión,
empeño, destreza y conocimiento en cada uno de los diferentes programas como
Prevención del VHI, el de La Mujer, Los Estilos de Vida Saludables, el de las
Personas Mayores, el de Colectivos de Especial Vulnerabilidad, Documentación, Metodología
y Técnicas de Educación Sanitaria, el de la Salud Infantil y Juvenil y por
último el de Ayuda Mutua.
Todas
y todos unidos para continuar en el mejoramiento de las estrategias y planes de Salud Comunitaria y de la Educación para la Salud que se desarrolla en toda la
Comunidad de Madrid.
Caridad Folgoso Mazur.Técnica en Salud Pública
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