Mindfulness es la traducción al inglés de la palabra sati (vocablo en lengua pali) que significa consciencia, atención y recuerdo. En este contexto, decimos que somos conscientes cuando nos percatamos o advertimos lo que está ocurriendo dentro de nosotros (pensamientos, emociones, sensaciones corporales, etc.) y/o fuera (olores, sonidos, personas, objetos…). En la tradición budista, el sati (o mindfulness) se cultiva como una herramienta para observar cómo la mente genera sufrimiento y se practica para desarrollar sabiduría e introspección que, en última instancia, alivian el sufrimiento.
Es un estilo de afrontamiento, una filosofía de vida, que impulsa las fortalezas personales, que ayuda a autorregular el comportamiento y a conocerse mejor, además de crear un ambiente propicio para el bienestar. Es por tanto, una habilidad que nos permite centrar la mente en el presente, nos pone en contacto con la realidad en la que vivimos y con lo que acontece en nuestro mundo interior. Se trata de ser conscientes de la experiencia presente sin juzgarla, aceptándola tal y como se presenta.
«Estar atento» implicaría que uno se concentra en la tarea que está realizando en ese momento, sin que la mente divague sobre el futuro o el pasado, y sin sensación de apego o rechazo. Esto produce energía, claridad de mente y alegría. Además, «estar atento» es una cualidad que puede desarrollarse mediante un entrenamiento adecuado.
Está lejos de lo que parece ser el modo cotidiano en el que vivimos. Muy frecuentemente nuestra cotidianidad nos lleva a funcionar con el piloto automático. Esto quiere decir vivir por inercia, dejándose llevar por la rutina y el día a día, ya que resulta más cómodo. Por ejemplo, “es más fácil ver pasar los días, que enfrentarme a mi miedo de hablar con mi pareja de lo que estoy sintiendo. O es más fácil, dejarme llevar por la actividad que darme cuenta que me siento triste”. Cómodo porque así no tenemos que pensar, ni preocuparnos por "nada", simplemente vamos haciendo.
Se han realizado numerosos estudios de investigación que ponen de manifiesto la eficacia de la práctica del mindfulness en determinadas enfermedades y en distintos entornos sanitarios. Entre las enfermedades en las que se ha demostrado su eficacia, destacan la ansiedad generalizada, la depresión, adicciones, dolor, artritis y fibromialgia. También se ha aplicado en personas sanas y de cualquier edad, incluyendo niños y ancianos. Además este tipo de práctica se ha aplicado en distintos entornos sanitarios tales como atención primaria, hospitalización general, psiquiatría e instituciones penitenciarias con buenos resultados.
Mindfulness llevado a la práctica
Hay distintos ejercicios que nos ayudarán a poner en práctica la filosofía mindfulness. Algunos son tan sencillos como simplemente pararse a observar durante un minuto la respiración e intentar centrarnos solo en ello. Centrarse en el ritmo y sonido de la respiración nos ayuda a tener atención plena. También se puede contar hasta 40 respiraciones, centrando la atención solamente en la inspiración y espiración. La mente comienza a deambular, vienen pensamientos a la mente y habrá que esforzarse por dejarlos pasar y volver a centrarse de nuevo solo en la respiración.
Otro ejercicio mindfulness que puede ayudar a desactivar el piloto automático con el que nos levantamos cada mañana (salir de la cama, ducharse, vestirse, desayunar, lavarse los dientes, y otro día más al trabajo), es sentarse en un lugar tranquilo, apagar el televisor y alejar el móvil, para intentar no tener distracciones. Un ejemplo: desayunar o comer e intentar centrar la atención solo en la comida… los sabores, olores, el tacto de los alimentos, la bebida… De esta manera, la atención se centra en el momento presente, disfrutando de los alimentos, y seguramente de sabores, texturas y olores que anteriormente no se habían apreciado. También son muy útiles las técnicas de relajación, como por ejemplo la relajación por grupos musculares, y la meditación guiada por algún experto en la materia o mediante audios.
En definitiva, poner en práctica el mindfulness es positivo y beneficioso para la salud, se puede realizar por cualquier persona y en cualquier momento. Ya se está poniendo en práctica con buenos resultados en distintos centros de salud de la Comunidad de Madrid, en forma de talleres grupales o de forma individual en las consultas de enfermería.
“Cuando te bañas, piensas en el desayuno. Cuando desayunas, piensas en el trabajo. En el trabajo, piensas en la salida. Saliendo, piensas en llegar a casa. Estando en casa, piensas en el día de mañana. Hoy no has estado en el presente. Hoy no has vivido el “ahora”. Te estás perdiendo la vida misma…" Eckhart Tolle.
Lorena Montoro Fernández. EIR Comunitaria
- Es una sociedad científico-profesional de ámbito nacional que surge como iniciativa de un grupo de profesionales de la salud y la psicoterapia que tratan de vivir la conciencia plena (mindfulness) en sus actividades personales y profesionales.
- AEMIND está integrada por psicólogos, psiquiatras, investigadores, profesores, profesionales sanitarios y docentes interesados en la difusión, aplicación e investigación de las prácticas de mindfulness como instrumento de mejora de la salud física y el desarrollo emocional.
- El Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad ha publicado la web Bienestar emocional. La información que presenta ofrece a la población herramientas para aprender a manejar mejor sus emociones, controlar el estrés y mejorar su estilo de vida.
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