miércoles, 18 de octubre de 2017

Alzheimer: “recuerda que soy yo”

El día 21 de septiembre, se ha celebrado el Día Mundial del Alzheimer. La Confederación Española de Asociaciones de Familiares de Personas con Alzheimer y otras Demencias (CEAFA), las federaciones y asociaciones miembros han adoptado el lema “Sigo siendo yo” para celebrar este día y dar visibilidad a un problema de actualidad, que cada vez afecta a más personas en nuestra sociedad. 

Los actos organizados para este día pretenden sensibilizar a la sociedad española sobre esta enfermedad, cada vez más frecuente. Además, se pretende desarrollar una campaña de educación sanitaria para promover la prevención de esta patología, que afecta a más de 4,5 millones de personas en España entre quienes la padecen directamente y sus familiares cuidadores.

La Enfermedad de Alzheimer (EA) es la demencia primaria más común y representa más del 50% de las demencias. Los cerebros de los pacientes afectados presentan una serie de hallazgos característicos como es la presencia de ovillos neurofibrilares, fundamentales para el diagnóstico. Puede afectar a un 5-15% de la población mayor de 65 años, aunque también la pueden sufrir pacientes más jóvenes. Como factores de riesgo para padecerla, además de la edad, destaca la presencia de antecedentes familiares.

 La EA suele presentar un curso progresivo y va afectando a distintas funciones cognitivas y conductuales. El signo más común y más frecuente de inicio son los fallos de memoria. Posteriormente se observa la afectación de otras áreas cognitivas y conductuales propias de este tipo de demencia. Generalmente la persona tiene dificultad para aprender nueva información y va perdiendo aquellos hechos que han adquirido más recientemente. La información más antigua “aguanta” hasta fases más tardías.

Posteriormente, aparecen otros síntomas, como dificultad para hacer planificaciones, pérdida de flexibilidad en el pensamiento o dificultad para realizar acciones no aprendidas. También aparecen problemas en el lenguaje, problemas para realizar movimientos no aprendidos o para reconocer a los familiares u objetos cotidianos.

Además, los enfermos pueden presentar otros síntomas como depresión, apatía, ansiedad, agitación, alucinaciones o delirios. Se debe diferenciar esta apatía (falta de iniciativa de la persona), de la que aparece en la depresión, donde se presenta con emotividad negativa. La ansiedad es frecuente en las fases iniciales. Finalmente, pueden aparecer alucinaciones y delirios que en la enfermedad del Alzheimer suelen ser relativamente tardíos, a diferencia de otro tipo de demencias.

El tratamiento de la EA se sustenta fundamentalmente en dos pilares: el tratamiento farmacológico y el no farmacológico.

Existen tratamientos farmacológicos específicos para la enfermedad y otros tratamientos para síntomas que pueden presentar los pacientes de manera puntual. 

Dependiendo de los síntomas de los pacientes, existen otros fármacos que pueden ser útiles, como antidepresivos para tratar la depresión o neurolépticos en caso de alucinaciones o delirios.

Dentro del tratamiento no farmacológico, la estimulación cognitiva es fundamental en las fases iniciales. Para ello, se realizan actividades cuyo objetivo es mantener las funciones cognitivas, estén o no afectadas por la enfermedad, para retrasar el avance de esta. Se pueden llevar a cabo en grupos o de manera individual. 

Otras terapias incluyen la musicoterapia, la terapia con expresiones artísticas o con animales. Todas ellas buscan potencias o suplir algunos aspectos deficitarios de la persona afectada con otros recursos cognitivos o emocionales. Además, es fundamental, llevar una vida activa tanto física como mentalmente, realizando ejercicio moderado 3 veces en semana, siguiendo una dieta mediterránea y realizando ejercicios que activen la mente como puede ser leer, hacer sudokus, crucigramas, salir con los amigos.

¿Cómo se diagnóstica el Alzheimer?

El diagnóstico definitivo se realiza mediante anatomía patológica en la autopsia. El diagnostico provisional, está basado en la clínica del enfermo. Esto implica una valoración integral del mismo, realizando una adecuada historia clínica y una buena exploración cognitiva y conductual.

Cuando existe la sospecha de que la persona padece un deterioro cognitivo, se suelen pedir pruebas complementarias para excluir otras patologías tratables que pueden debutar con síntomas parecidos. Algunas de las pruebas que se suelen pedir son: analítica general, un TAC o resonancia electromagnética, y valores de vitamina B12.

Pronóstico del Alzheimer

Gracias al conocimiento cada vez mayor de la enfermedad que permite realizar un pronóstico precoz, hacer una buena estimulación cognitiva y seguir una terapia farmacológica, el pronóstico ha mejorado en los últimos años. No obstante, con el avance de la enfermedad, la dependencia del enfermo es cada vez mayor.

La Alzheimer’s Association ha creado esta lista de señales de advertencia de la enfermedad de Alzheimer y otros tipos de demencia. Cada persona puede experimentar una o más de estas señales. Si usted nota cualquiera de ellas, es importante que consulte a un médico:
  • Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana. 
  • Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre. Desorientación de tiempo o lugar. Dificultar para comprender imágenes visuales y cómo los objetos se relacionan uno con otro en el ambiente.
  • Nuevos problemas con el uso de palabras en el habla o lo escrito. 
  • Los enfermos que padecen Alzheimer pueden tener problemas en seguir o participar en una conversación.  
  • Colocación de objetos fuera de lugar y la falta de habilidad para volver a trazar sus pasos. 
  • La persona con Alzheimer suele colocar cosas fuera de lugar. 
  • Disminución o falta de buen juicio: las personas que padecen Alzheimer pueden experimentar cambios en el juicio o en tomar decisiones. 
  • Pérdida de iniciativa para tomar parte en el trabajo o en las actividades sociales.   
  • Cambios en el humor o la personalidad. 

Aránzazu Ibáñez Gómez. EIR Enfermería Familiar y Comunitaria


 
Fundación Reina Sofía
  • Centro de referencia de la Comunidad de Madrid. Destinado a combatir de una manera integral la enfermedad de Alzheimer, abarcando para ello distintos campos de actuación desde un punto de vista multidisciplinar. 
  • Es un complejo asistencial pionero especializado en la atención a personas mayores afectadas por la enfermedad de Alzheimer.
  • Este centro ofrece ayuda a personas afectadas de la enfermedad de Alzheimer disponiendo de residencia y centro de día. Además dispone de un centro de formación donde se desarrollan diferentes actividades formativas para profesionales, cuidadores informales, familiares y voluntariado y de un centro de investigación.

Federación de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de la Comunidad de Madrid (FAFAL)

  • Es una organización no lucrativa fundada en el año 1999 y que cuenta con una larga trayectoria profesional.
  • Es órgano representativo de las Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer y otras Demencias de la Comunidad de Madrid. 
  • Colabora y coopera de forma activa con diversos organismos, tanto públicos como privados, que trabajan en el ámbito sociosanitario del Alzheimer y otras demencias.
  • Realiza una crítica constructiva de las acciones que desfavorecen una atención y asistencia adecuadas y óptimas dirigidas al enfermo y a su familia.

  • Facilitar, mejorar y controlar la asistencia a los enfermos, para mejorar su calidad de vida al máximo posible, tanto en su propio domicilio como en los centros de día y residencias.
  • Estimular y mantener las capacidades mentales cognitivas y funcionales de los enfermos que acuden a nuestras Aulas de Estimulación.
  • Asesorar a los familiares de los enfermos de Alzheimer en materias legales, económicas, sociológicas y psicológicas.

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