La celebración del Día
Mundial de la Salud Mental, el 10 de
octubre, es una iniciativa de la Federación Mundial de la Salud Mental, que se celebra en más de 100 países. El lema de este año:
“Trabajar sin máscaras, trabajar sin barreras” visibiliza la situación real de empleabilidad de
las personas con enfermedad mental y la necesidad de luchar contra el estigma y
a favor de la verdadera integración en la comunidad.
Desde 1996, los trastornos mentales emergen con
fuerza, lo que supone el 15% de la carga global de enfermedad en las
sociedades desarrolladas (Organización Mundial de la Salud, OMS). La salud mental comunitaria surge como un nuevo modelo asistencial,
organizativo y teórico tras la reforma psiquiátrica e integra individuos y
comunidad a lo biológico, lo psicológico y lo social, dentro de un mismo
paradigma científico, que gira en torno a los cuidados y a los ciudadanos, conllevando
un cambio de actitud tanto en los profesionales, como en la población general.
Uno de los principios básicos de la salud mental
comunitaria es la atención a los aspectos de calidad de vida de las
personas enfermas y sus familias, sus derechos y el fomento de su autonomía, objetivos de
la rehabilitación psicosocial. Prevenir la marginación, la
institucionalización y potenciar la integración de las personas con trastorno
mental severo (TMS), apoyando el desempeño de roles sociales normalizados, son
objetivos de esta estrategia asistencial.
Situados en este contexto de desarrollo de lo comunitario, surgen
nuevas exigencias en las relaciones con la salud mental, y una preocupación creciente en
relación con el estigma o la discriminación de las personas con
enfermedad mental y sus familias.
Considerando el estigma desde una concepción
psicosocial, se puede analizar desde tres perspectivas:
Una primera visión del concepto hace referencia a
las creencias sociales negativas
hacia un grupo de personas, como pueden
ser las personas con enfermedad mental y especialmente hacia las personas con
enfermedad mental grave.
Una segunda perspectiva habla de las actitudes y opiniones personales (podemos
llamarlo estigma emocional), según la influencia de la sociedad y la
cultura en el pensamiento individual
Y, finalmente, la más
evidente, el estigma social, que hace difícil la integración
plena de las personas con enfermedad mental, a través de la exclusión social.
Ya la OMS en la Declaración Europea de
Salud Mental (Declaración de Helsinki, 2005), establece, como prioridad, la eliminación del
estigma, la discriminación y la exclusión social, a través de la protección de
los derechos humanos y la dignidad de las personas, capacitando a las
personas con enfermedad mental para su plena participación en la sociedad en
condiciones de igualdad.
En nuestro contexto más inmediato, uno de los
objetivos principales del Plan Estratégico de Salud Mental de la
Comunidad de Madrid vigente es la lucha contra el estigma. En este Plan, se considera estigma público
las actitudes y sentimientos que expresan rechazo hacia las personas con
enfermedad mental y sus familias, el auto-estigma, cuando las propias personas enfermas
o sus familias hacen suyo este rechazo, y estigma institucional cuando ese rechazo es
incorporado a las políticas y la cultura de las organizaciones, como en
el empleo, la educación y la sanidad.
La Consejería de Sanidad y la Consejería de Políticas
Sociales y Familia de la Comunidad de Madrid están trabajando conjuntamente con
asociaciones y familiares, para, entre todos, erradicar esta imagen negativa
que se tiene de las personas con enfermedad mental. Para ello han constituido la Mesa Institucional de Lucha
contra el Estigma y elaborado una Declaración de Madrid contra el estigma y
discriminación de las personas con enfermedad mental.
Establece un DECÁLOGO DE BUENAS PRÁCTICAS para
profesionales “CUIDAR SIN MIEDO”:
2-Saludar y presentarnos. Iniciar un acercamiento que proporcione seguridad y confianza.
3-Escuchar. Demostrar entendimiento e interés.
4-Respetar.Evitar apelativos peyorativos y etiquetas negativas.
5-Empatizar. Reconocer, comprender y aceptar al otro.
6-Dialogar/informar.
7-Ayudar.Normalizar la vida de las personas con enfermedad mental.
8-Coordinar. Utilizar los recursos sanitarios y sociales para una atención integral.
9-Integrar. Lograr la equidad asistencial. Eliminar prejuicios y creencias erróneas respecto de la enfermedad mental.
10- Permanecer. Estar presente, acompañar.
Ana Navea Martín.
Psicóloga y enfermera especialista en salud mental
- Anteriormente denominada FEAFES es una organización sin ánimo de lucro.
- Integra 19 federaciones autonómicas y más de 300 asociaciones.
- Su objetivo es mejorar la calidad de vida de las personas con problemas de salud mental y sus familias, defender sus derechos y tejer movimiento asociativo.
- Busca una atención individualizada de cada persona y familia en al ámbito comunitario, la igualdad de oportunidades y la promoción de la salud mental de la población.
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