jueves, 17 de diciembre de 2020

La Red Comunitaria del Barrio de San Cristóbal ante la COVID

La pandemia de Covid-19, que el 14 de marzo de 2020 provocó en España la declaración de estado de alarma para la gestión de la crisis sanitaria, ha generado una situación de excepcionalidad que ha puesto en situación de gran vulnerabilidad a muchas personas. Aunque la consecuencia directa más grave ha sido la extensión del propio virus, los efectos en el empeoramiento de la salud de la población se han debido también al impacto biopsicosocial de la propia pandemia y las situaciones de confinamiento.

San Cristóbal de los Ángeles es un barrio de alta diversidad poblacional con más de 16.000 habitantes, ubicado en el distrito de Villaverde, y con múltiples carencias, las cuáles se han visto profundizadas con la llegada de la pandemia, como en otros muchos otros barrios del sureste de la capital.

San Cristóbal no sólo ha dado desde el mes de marzo cifras elevadas de incidencia de casos por COVID19 por 100.000 habitantes, sino que desde el inicio de la pandemia empezó a constatar un elevado crecimiento de las necesidades sociales debido, entre otras causas, a las situaciones de pérdida de empleo, imposibilidad de desarrollo de actividades de economía sumergida o carencia de ingresos mínimos para alimentación.  

En muchos barrios han surgido en estos meses de confinamiento numerosos espacios vecinales de apoyo que han dado respuesta a esta emergencia social. En San Cristóbal, la coordinación de estos espacios con los recursos públicos municipales y regionales ha permitido prestar asistencia y bienes de primera necesidad a familias y personas que, en buena parte, no habían sido demandantes de ayuda anteriormente.

En este proceso hemos podido constatar además el alto grado de compromiso y responsabilidad de vecinos/as y de los/as profesionales de recursos públicos que intervienen en el barrio y que desde el primer momento han estado haciendo seguimiento de las familias a las que atienden y adaptando su intervención para darle continuidad y hacerla eficaz en la distancia.

Por otro lado, la existencia de una tupida red comunitaria en el barrio de San Cristóbal, con espacios de relación específicos en ámbitos como la convivencia, la educación y la salud, permitió, desde las primeras semanas de confinamiento, un trabajo conjunto de análisis de la situación y de búsqueda de respuestas de manera colaborativa.

Uno de estos espacios, la Mesa de Salud y Género, viene promoviendo desde hace tiempo acciones de sensibilización y formativas con una mirada específica de género. Ejemplo de ello son actividades como la de “Mujeres que dejan huella”, la formación en temas de mutilación genital para los profesionales socio sanitarios del barrio, las acciones en torno al 25 de Noviembre  y el 8 de Marzo o iniciativas de salud preventiva y comunitaria como la receta Social o la Feria de Salud.

Desde este espacio se plantearon, ya desde el inicio de la pandemia, diversas actuaciones tras realizar un diagnóstico de situación sobre el impacto del COVID19 en el barrio.

En primer lugar, y siguiendo la filosofía de promoción de la salud comunitaria de la receta social, la red local existente sirvió para generar y canalizar todo tipo de información veraz sobre las diversas dimensiones que el COVID podía mostrar, desde informaciones sobre medidas preventivas, para desmontar bulos en torno al COVID, sobre recursos sanitarios existentes o sobre el protocolo de funcionamiento del centro de salud. Estas informaciones se elaboraban desde la coordinación de la Mesa de Salud y Género y el centro de salud y se difundían al conjunto de la población del barrio, recogiendo de ella también dudas o preguntas que se trasladaban al propio centro de salud.

En segundo lugar, ha puesto de manifiesto cómo determinados aspectos de la salud de las personas se ven influenciados por las consecuencias sociales y económicas de la pandemia. Así, la salud emocional y mental de los vecinos/as se ve afectada por factores diversos como el miedo al contagio, la imposibilidad de duelo, la sobrecarga de las tareas de cuidados y del sostenimiento del hogar, la pérdida de trabajo o el miedo a perderlo y la falta de ingresos, situaciones de irregularidad, las condiciones de habitabilidad, la imposibilidad de ver al médico de referencia, la falta de relación con iguales y profesionales de referencia, la lejanía de sus familias, el agravamiento de enfermedades previas, los problemas de convivencia, la soledad, etc.).

Desde la Mesa de Salud y género se plantea entonces la necesidad de abordar esta temática a través de una programación formativa específica en materia de salud emocional dirigida a profesionales y a vecinos/as.


Esta programación se denomina “SanCris de los Cuidados” y ha sido diseñada entre recursos diversos del barrio y cuatro espacios de coordinación diferentes presentes en el barrio (Mesa de Salud y Género, Espacio libre de tópicos Espacio socioeducativo y Espacio de Mediación de calle) y se  va a desarrollar entre los meses de noviembre de 2020 y enero de 2021, aprovechando los propios recursos locales.

Creemos que este es un ejemplo más de la importancia de la visión y el trabajo comunitario que ha de tener en la gestión y abordaje de esta pandemia. Aspectos como el desarrollo de redes vecinales, la comunicación bidireccional entre los/as vecinos/as y las administraciones, la escucha activa de las “voces del barrio” para poder contextualizar las medidas a la realidad del mismo, o la incorporación de mensajes y  propuestas adaptadas a las necesidades de los distintos grupos vecinales (jóvenes, personas mayores, dependientes, personas de otras nacionalidades, etc.) son fundamentales en la lucha frente a esta pandemia y es trabajo de todas y todos poder conseguirlo.

 

           Mesa de Salud y Género de San Cristóbal

 


 

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